DEL LLAMADO DE AUXILIO EN LA PRISIÓN DEL CUERPO

Cliché es llamarle al fraude de nuestras propias esperanzas: "esta vida", como si se tratara de visitar varias y renegar de las que nos han dado dificultados o momentos de miseria e infelicidad, y si hay algo que nos une como especie en "esta vida" es justamente la No felicidad, la inconformidad, la tristeza, los pesares.

Yo por ejemplo, creo que el rico se queja por cosas "superficiales", termino que tiene su grado materialismo, al creer yo que esa persona rica sólo se lamenta por que un capricho que cuesta miles de pesos o dólares no es de su total agrado, pero la pregunta no es, ¿Por qué?, mejor dicho, ¿Quién me ha dicho que esa persona es rica?, ¿En que me baso para catalogarla así, si pueden haber personas mejor acomodadas y favorecidas con cifras realmente largas en cuentas bancarias. No tengo la menor idea, sólo diré que rico es la persona que lleve cifras mayor a un peso en mi cuenta bancaria. 

Regresando a la exageración de las penas y lamentos de los ricos puedo agregar y recortar los ejemplos hasta llegar al mío, diciendo que mis males y pesares son ocasionados por mi falta de dinero, luego, mientras camino por las calles turísticas de mi ciudad me doy cuenta existen indocumentados esperanzados en seguir su travesía hacia la unión americana, pasando por frio, hambre y suciedad con la cual conviven como un traje más, un uniforme o una armadura para la lucha por "su felicidad". También veo cruzar las calles a invidentes, o bajar por las aceras a personas atadas a esa silla malaya silla de ruedas, un joven sin una pierna pidiendo dinero en los cruceros, o a una familia formada por una niña que fue obligada a ser madre, con uno de sus críos a la espalda y el otro en la acera esperando que regrese su madre quien ofrece dulces a automovilistas, en la tele veo a mujeres y hombres sin brazos o piernas creando arte. Entonces, ¿Cuál es esa delgada línea que ponemos entre la conformidad y el ser conformistas?

Que tus malos momentos por los cuales quiera que estés pasando, incomprensión, soledad, problemas de salud, deudas, desamor, perdidas irreparables o picos de depresión, desaparezcan al darte cuenta que es cuestión de tiempo y tener fe, fe en que esos problemas no duran, y seamos de cualquier religión, color de piel, nacionalidad, o estrato social, compartimos el mismo final.